Nuevos modelos, nuevas competencias, nuevas exigencias, nuevos Gerentes y Directores, nuevos equipamientos, nuevos procesos, nuevas técnicas, facelift, etc etc.
Sören Kierkegaard escribe una historia interesante que reproducimos con cierta libertad y acortada en su contenido.
Una golondrina se enamora de una joven mujer muy bonita. Le dice: "Soy un ave migratoria, pero espérame hasta el año que viene porque estoy enamorado de ti". La muchacha le contestó: "¿Cómo quieres que te reconozca el año que viene si tú eres igual a todas las demás golondrinas?"
La conclusión para Kierkegaard es que uno se enamora de lo diferente, del que marca la diferencia. No del que es igual a todos. En efecto, la golondrina carece de individualidad. de ahí deduce que la individualidad, lo diferente, es el presupueso básico para el amor. Cuanto mayor la diferencia, mayor la individualidad, mayores los caracteres distintivos que lo califican.
Hay que encontrar la manera de cambiar, de ser diferente, tan diferente como para sentir la secreta admiración. Pero no se puede cambiar tan radicalmente como para asustar al usuario. Lo demasiado diferente, la forma irreconocible, o que no califica, asusta. La admiración tiene el mismo principio. Se admira lo diferente, "lo que sale de lo común". Lo que sobresale, lo que ocupa un lugar diferente del medio común, eso es lo que se admira.
Conocemos la importancia de poder cambiar a tiempo para marcar la diferencia cualitativa. Sabemos lo difícil que es mantener la individualidad, que es siempre reconocible por la admiración que despierta.
Donde hay cambios hay traspasos de límites. Los que se atreven a desafiar los límites producen cambios. En su empresa, ¿puede demostrar la capacidad de cambio, ese atreverse a marcar la diferencia cualitativa y estética sin perder la familiaridad de lo reconocible?
Este equilibrio es el que importa mantener. Esta constante superación, constante diferencia, es lo que desafía a la competencia. Son estos cambios los que mantienen a nuestra empresa en la vanguardia, y despiertan a veces, sin lugar a dudas, esta secreta y muchas veces no reconocida públicamente, envidiosa admiración.
¿Cuáles serán los próximos cambios? No lo sabemos todavía. Se debe guardar diferencia con una competencia que a veces achica peligrosamente la brecha. El arte de saber cambiar a tiempo, es el arte de traspasar límites de ubicarse en otro lugar.
Así como proponemos y reclamamos los cambios en vuestra empresa, ¿cuáles serán los cambios que deberá implementar cada uno de ustedes para seguir siendo atractivos y elegibles?
Philip Hausmann
Director Hunter Consulting
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